El rey Carlomagno de Francia está invadiendo a España para así tener el poder sobre ella, ya había invadido todo pero solo la hermosa ciudad de Zaragoza no había sido tomada, los sarracenos no está dispuestos a perder su poder sobre España.
Así es que el rey Marsin manda a Blancardin a que hable con el rey Carlomagno y que le diga que está dispuesto a bautizarse si él no invade su reino y como prueba de que lo hará le da 20 rehenes, mas todo esto es una mentira.
Pero Carlomagno se lo cree y manda a Canelón por decisión de Roldan a darle una respuesta, Canelón se enoja porque sabe que si va a donde está el rey Marsin, este le quitara la vida y entonces el no podrá volver a su amada Francia y no volverá a ver a su hijo y a su esposa que es la hermana del rey Carlomagno así que durante su viaje con Blancardin planea la manera de vengarse de su hijastro Roldan por haberlo mandado a la muerte.
Al llegar con el rey Marsin le da el mensaje que le había dicho Carlomagno de que si el cumplía su palabra le entregaría la mitad de España pero si no lo hacía, tomaría Zaragoza y lo llevaría preso a él para quitarle la vida, el rey Marsin se enfureció pero Blancardin se interpuso entre ellos para que no se pelearan y le comentó de lo que hablaron en el camino, que Ganelón había prometido entregarle a Roldan, el más valiente de los guerreros de Carlomagno y así tendrían paz para el futuro puesto que no habría nadie que fuera tan fuerte y valiente como él para atacar a Zaragoza.
El plan era que cuando pasaran por Roncesvalles para ir de vuelta hacia Francia Canelón se encargaría de que Roldan y Oliveros fueran en la retaguardia y así el ejercito de Zaragoza podría atracarlos y siendo que el ejercito de Roldan seria más pequeño perderían y así los matarían.
El rey Marsin acepto y su esposa Bramimonda le entregó unas joyas para que se las obsequiase a su esposa en recompensa por el favor que les había hecho, así vuelve Ganelòn como si nada y le dice al rey Carlomagno todas las mentiras que tenían planeadas para que el cayera en la trampa.
El rey lo cree todo, pero en la noche tiene unos sueños muy extraños en los que Ganelón se para ante él y rompe una lanza y otro en el que un leopardo ataca al rey pero un perro sale de la nada y lo defiende, al final del sueño el rey no puede saber quién gana la batalla y a la mañana siguiente emprende el camino a Francia pensativo sobre los sueños que tuvo.
En el regreso Ganelón propone que Roldan esté en la retaguardia por si los sarracenos llegaran a olvidar su pacto y quisieran atacar. Roldán accede y solo pide veinte mil soldados para este propósito.
Cuando ya iban de regreso pasaron por el paso de Roncesvalles, y la pelea se lleva a cabo tal como lo planearon el rey Marsin y Ganelón; para poder ganar la batalla cada francés tenía que matar a cinco sarracenos y no sufrir ninguna baja; Roldán notó que eran pocos en su ejército pero aun así no accede a la sugerencia de tocar el olifante de marfil que llevaba en el cuello que le dio Oliveros.
Así comienza la batalla y la gana Roldan pero deja a un enemigo vivo el cual regresa donde su rey y le explica que el ejercito de Roldan se ha quedado con menos de la mitad de su ejército y que si lo ataca ahora puede ganar, pero el rey se dio cuenta de que el ejercito de Roldan no era fácil de vencer así que decidió mandar primero a una parte de su ejército nuevo y al final cuando ya estuviera agotado el de Roldan mandaría a la segunda parte y así acabaría con él.
Así lo hizo y cuando llegó la segunda mitad del ejercito de Marsin, ya tenían tan solo 300 hombres y fue entonces cuando Roldán decidió tocar el olifante, el rey al oírlo dice: es el olifante de Roldan tenemos que ir a ayudarle, pero Ganelón le dice que no es cierto, que como puede creer que Roldan necesitaría ayuda y el rey lo escucha y desiste de ir en su ayuda, vuelve a escuchar el olifante y vuelve a caer en la trampa de Ganelón pero a la tercera vez que se escucha el olifante se da cuenta de la traición.
El rey Carlomagno lo oye y va a la batalla, pero llega demasiado tarde, Roldán y Oliveros ya habían sido asesinados por los sarracenos. El rey Carlomagno se enfureció mucho, por encontrar los cuerpos sin vida de Roldan y Oliveros y les quitan los corazones y los llevan a enterrar.
Entonces comprende lo que sus sueños querían decir y por tal traición, manda a enjuiciar a Ganelón y le da la pena de muerte, así muere Ganelón y se paga lo que le hizo a Roldan, entonces el rey Carlomagno vuelve a Zaragoza y acaba con el rey Marsin, como había jurado hacer, toma a su esposa y la lleva a Francia a bautizar y así lo hace, con el nombre de Julia.