Ir al contenido principal

RESUMEN EL SOMBRERO DE TRES PICOS - Pedro Antonio de Alarcon

RESUMEN DE LA OBRA EL SOMBRERO DE TRES PICOS DE PEDRO ANTONIO DE ALARCON
Argumento del libro "El Sombrero de Tres Picos" de Antonio de Alarcon.
La historia sucede en un pueblo andaluz. Tío Lucas es el astuto y malicioso dueño del molino y esposo de la bella frasquita. De tantos encantos era portadora que con ellos atraía al molino a las gentes de cierto abolengo. El corregidor del pueblo, hombre veleidoso y libertino, se ha prendado de los atributos de la hermosa molinera y decide hacerla suya a toda costa. 

Para lograr su propósito, urde la patraña de hacer detener y comparecer a Lucas ante el alcalde del pueblo vecino con el pretexto pueril y con el fin de tenerlo tras las rejas hasta la mañana siguientes. A sabiendas de que frasquita se encontraba completamente sola, el corregidor se dirige hacia el molino con el fin de refocilarse con la molinera. 

Para desgracia suya, al intentar ingresar por una puerta falsa y siendo la media noche, cae dentro de una acequia (canal). La molinera, temiendo que el del accidente sea su marido, sale a investigar; mas, al enterarse de que es el corregidor, sale huyendo en busca de su esposo. Tío ludas sospecha a estas alturas que el alcalde no tiene nada que tratar con él, por lo menos hasta el día siguiente, y decide escapar del pajar que se le asignado como sitio de reclusión. 

El corregidor, que ha logrado salir de la acequia decide poner a secar sus ropas al fuego, se desnuda y se mete en la cama de la pareja de molineros. Llega Lucas a su casa, observa las ropas del corregidor y decide espiar por la cerradura y descubre al corregidor pero no puede establecer claramente si su mujer se halla con él. Considerándose herido en su honra, no piensa más que en vengar la afrenta; se enfunda las ropas del corregidor para meterse en su cama y tomar revancha.

El manejo perfecto que de la trama hace Alarcón permite que después de algunos incidentes, ni el molinero ni el corregidor logren sus propósitos, y así queda comprobada la virtud de la corregidora y de la molinera.