Ir al contenido principal

POEMA A UN MEDICO TUERTO

POEMA A UN MEDICO TUERTO DE JUAN DEL VALLE CAVIEDES
Tuerto dos veces, por vista
La una y la otra por ciencia.
Pues en la endiablada tuya
Nunca haces cosas a derechas.

No llames siempre ante-ojos
A los que traes, porque a medias
Ante-tuerto has de llamarlos.
Pues la mitad está a ciegas.

Si no tienes más que un ojo
Ociosa está una vidriera:
Parece remedio tuyo
Por cosa que no aprovecha.
Sin embargo eres el rey

En la medical ceguera;

si todos a ciegas curan
Tú no, que curas a tuertas.

Tu vista nadie la entiende,
Pues si se repara en ella
Tú no miras sino apuntas,
Tú no ves sino que asestas

¿Cómo si apuntando curas
No atinas con las recetas,
Pues das tan lejos el mal
Que todas las curas yerras?

A los enfermos les comes
Las comidas y aun las cenas
Para hacerles este mal
Y que se mueran de dieta.

Ayúdales a beber
Tus malditas purgas puercas,
Y les darás media vida
Y tú tendrás otra media.

De las ayudas aleves
Pero también, que les hechas,
Y ejercitaras dos ojos
Que en un tuerto es cosa nueva.

Que el comerle las viandas
No es curarle las dolencias,
Sino curarte del hambre
Canina que te atormenta.

Si con los enfermos curas
Tus hambres y tus pobrezas
Ellos los médicos son
Tú el enfermo que remedian.

Media visita debían
Pagarte, en Dios y en conciencia,
Que quien medio ve al enfermo
No debe llevarla entera.

Del Callao te han echado
Con descrédito de albéitar,
Por enjalma de Galeno,
Por limillo de avicena.

Hínchate, doctor, de paja,
Que las albardas rellenas
No matan tanto, y tendrás
Hecho tu plato con ellas.

Que eres albarda no hay duda,
Y me remito a la prueba,
Pues la medicina tuya
Por ser de albarda esta en jerga.