Libro E Mejor Alcalde, El Rey
ACTO 1:
El honrado labrador Sancho de Roelas, a punto de casarse con Elvira, solicita el permiso pertinente al infanzón don Tello. Éste déspota acepta la petición y regala a Sancho con ganado, ofreciendo apadrinar la boda de su hermana Feliciano. Al asistir al acto nupcial conoce a Elvira, de cuya belleza se enamora y, para “honrar más a Sancho”, dilata la boda, y la suspende.
Los consortes acuerdan verse esa misma noche, pues se consideran casados. Llegada la hora no es Sancho, sino Tello con criados enmascarados, quien se presenta en la casa de Elvira y la rapta. El agraviado, ignorando la acción del poderoso señor de Galicia, decide quejarse ante éste.
Los consortes acuerdan verse esa misma noche, pues se consideran casados. Llegada la hora no es Sancho, sino Tello con criados enmascarados, quien se presenta en la casa de Elvira y la rapta. El agraviado, ignorando la acción del poderoso señor de Galicia, decide quejarse ante éste.
ACTO 2:
Don Tello trata inútilmente de vencer la resistencia de Elvira, arguyendo que no es “un villano…digno de tanta hermosura”.
Presentes ante él, Sancho y Nuño, aquél promete castigar al villano que raptó a la hermosa campesina. Pero en ese momento aparece Elvira tratando de huir, y los quejosos son expulsados a palos. Feliciana tiene el celestinesco encargo de convencer a la cautiva para que se entregue a su hermano, mientras Sancho se dirige a León para pedir justicia al rey. Alfonso VII escribe una carta ordenando a Tello que entregue Elvira a Sancho; pero el infanzón don Tello hace caso omiso a la misma.
ACTO 3:
Sancho y Pelayo vuelven donde el rey, quien determina ir en persona a Galicia, entre tanto, Tello a deshonrado a Elvira. Llegado el rey a Galicia realiza las correspondientes averiguaciones; ordena traer un clérigo y un verdugo, y con estos y su acompañamiento se dirige a la mansión de Tello. Altanero en un comienzo, cuando Alfonso se anuncia como alcalde; humilde y arrepentido después, cuando sabe que se halla frente al rey, el infanzón don Tello reconoce su delito.
Alfonso VII escucha de labios de Elvira el relato de la afrenta; encontrando grave el delito, ordena que despose a Elvira e inmediatamente sea ajusticiado; y que, finalmente, Sancho y Elvira se casen con la mitad de la hacienda del noble como dote.