POEMAS DE MANUEL MARIA FLORES
ADIOS
Adiós para siempre, mitad de mi vida
Un alma tan solo teníamos los dos,
Mas hoy es preciso que esta alma divida
La amarga palabra del último adiós.
ADORACION
Como al arca de Dios llega el creyente,
Trémulo el labio al exhalar el ruego,
Turbado el corazón, baja la frente,
Así, mujer, a tu presencia llego.
AMEMONOS
Buscaba mi alma con afán tu alma,
buscaba yo la virgen que mi frente
tocaba con su labio dulcemente
en el febril insomnio del amor.
FLOR DE MAYO
yo di un eterno adiós a los placeres
cuando la pena doblegó mi frente,
y me soñé, mujer, indiferente
al estúpido amor de las mujeres.
FRIO
La tarde era triste,
la nieve caía,
su blanco sudario
los campos cubría;
SOÑABA
Estaba yo soñando, y por la cara,
el llanto me corría;
soñé que te arrancaba de mi lado
alguno, vida mía...
TU IMAGEN
tu imagen vino a visitarme en sueños;
sentí un aliento acariciar mi frente,
y luego un labio trémulo y ardiente
que buscaba mi labio... y desperté.
ADIOS
Adiós para siempre, mitad de mi vida
Un alma tan solo teníamos los dos,
Mas hoy es preciso que esta alma divida
La amarga palabra del último adiós.
ADORACION
Como al arca de Dios llega el creyente,
Trémulo el labio al exhalar el ruego,
Turbado el corazón, baja la frente,
Así, mujer, a tu presencia llego.
AMEMONOS
Buscaba mi alma con afán tu alma,
buscaba yo la virgen que mi frente
tocaba con su labio dulcemente
en el febril insomnio del amor.
FLOR DE MAYO
yo di un eterno adiós a los placeres
cuando la pena doblegó mi frente,
y me soñé, mujer, indiferente
al estúpido amor de las mujeres.
FRIO
La tarde era triste,
la nieve caía,
su blanco sudario
los campos cubría;
SOÑABA
Estaba yo soñando, y por la cara,
el llanto me corría;
soñé que te arrancaba de mi lado
alguno, vida mía...
TU IMAGEN
tu imagen vino a visitarme en sueños;
sentí un aliento acariciar mi frente,
y luego un labio trémulo y ardiente
que buscaba mi labio... y desperté.