RIMA XLIV DE GUSTAVO ADOLFO BECQUER
Como en un libro abiertoleo de tus pupilas en el fondo;
¿ a qué fingir el labio
risas que se desmienten en los ojos ?
¡Llora! No te avergüences
de confesar que me quisiste un poco.
¡Llora! Nadie nos mira.
Ya ves: yo soy un hombre... ¡y también lloro!