Ir al contenido principal

RESUMEN EL AMIGO MANSO - Benito Perez Galdos

RESUMEN DE LA OBRA LITERARIA "EL AMIGO MANSO" 
- Benito Perez Galdos -
Argumento de "", libro de Benito Perez Galdos.
Maximo Manso el protagonista, es un catedrático de filosofía de origen asturiano, viene a Madrid para estudiar acompañado de su madre. 

Su padre había fallecido y su hermano, José María se había marchado a Cuba con la intención de hacer fortuna. 

Cuando Máximo termina la carrera su madre muere. Su vida consiste en dar sus clases y dedicarse unica y placenteramente al estudio. Los dos unicos puntos en en principio le sacan de su posición contemplativa hacia el mundo, son: 

Doña Cándida y Doña Javiera con su hijo, Manolito Peña. 

Doña Cándida era una mujer que procedía de buena familia pero había dilapidado su fortuna. Ella aun se resistía a reconocerlo y visitaba a M. Manso, con el pretexto de venderle alguna baratija que ella obcecada argumentaba que la marquesa M y la duquesa J le daría muchísimo dinero por ella, pero que por ser M. Manso se lo dejaba casi regalado, también tenía otras tretas como según decía ella, tenía una tierras en Zamora que quería vender. 

Maximo que le prometió a su madre que cuidaría de Doña Candida, debido a que el marido de esta ayudó a su padre en una ocasión, así que Máximo aceptaba la oferta de Doña Cándida debido a la promesa. 

Doña Javiera era la vecina de Máximo, tenía una carnicería, por la que había conseguido un nivel económico bastante alto pero no era una mujer respetada por la sociedad. Esta tenia un hijo, Manolito Peña. Doña Javiera le pide a Maximo acogiese a su hijo como discípulo, este lo acepta y comienza a darle clases. 

Un día con Doña Cándida comenzó a mandar a su sobrina para pedir le dinero a Máximo. La sobrina se llamaba Irene, era una jovencita, la que atrajo mucho a Máximo debido al silencio, su palidez y según él, su gran empeño por el estudio. Pasó el tiempo, Máximo seguía dado clases a Manolito, e Irene había dejado de visitarle. 

Supo por su tía, que Irene estaba estudiando para ser institutriz. La vida de Máximo cambió radicalmente debido al regreso de su hermano. Este había conseguido hacer fortuna y volvía con su mujer, la hermana, la suegra y sus hijos. Cuando se establecieron en Madrid, Máximo iba a diario a comer. 

Le pidieron su ayuda para encontrar institutriz para los niños, Máximo enseguida se acordó de Irene. Así que llamó a Doña Cándida contándole el regreso de su hermano y la necesidad de su sobrina para desempeñar el trabajo de institutriz con sus sobrinos. 

En cuanto doña Cándida se enteró del regreso de José María y los suyos, no hubo día en el que no dejase de ir a verles. El hermano de Maximo venía con la intención de abrirse camino en la política, forma un partido, que para Maximo lo unico que le provoca son responsbilidades que a él no le interesan en absoluto. 

Máximo comienza a enamorarse de Irene, él, en cierto modo, cree que ella le corresponde. Mientras en casa de su hermano, comienza una tertulia de intelectuales afines del partido de José María. Su discípulo comienza a tener un renombre en la tertulia, aunque de el no se despide su origen de nuevo rico.

Lica, la mujer de José María, cuenta muy preocupada a Máximo que su marido la engaña. Cree que una de las amantes es Irene. Máximo no da crédito. José María ayuda a Doña Cándida a mudarse de casa, con la intención de poder ver a Irene fuera de su casa. Irene, al principio, recibe la noticia de trasladarse de casa, con alegría, pues se ha enamorado y le gustaría recibir en casa al novio. 

Pero, pronto, Irene, descubre que ha caído en una trampa: José María quiere que se haga su amante. 

Y ella se resiste porque está enamorada de Manolito Peña Pide ayuda a Máximo y este cree que está enamorada de él, cuando descubre que es su discípulo, el novio de la chica, se le parte el corazón y decide a ayudarlos para que se casen. 

En esa época habla con Irene y ella le va diciendo que ya desde hace tiempo no quiere estudiar, que no le gusta dar clases, que quiere casarse, y reza a dios para que sus deseos se cumplan. Galdós lo va contando, ¿cómo es posible que no le gusten estudiar?, Yo que la tenía idealizada. 

Máximo hace una reflexión de que los filósofos ven la verdad, pero los hombres de acción viven y disfrutan en las actividades cotidianas. 

Al poco de casarse Irene, Máximo se pone cada vez más triste y se va apagando despacito como una vela, finalmente muere, y en el último capítulo, habla después de muerto y cuenta que sólo Doña Javiera se acuerda de él .