RESUMEN DE LA OBRA LITERARIA "AGUAS ABAJO"
- Joris-Karl Huysmans -
- Joris-Karl Huysmans -
Argumento de Aguas Abajo, libro de Joris-Karl Huysmans.
Novela publicad el 1882.
Allí describe, en un estilo caricaturesco, característico de Huysmans, los pormenores de la vida de un independiente comercial llamado Juan Folantín.
Su situación es mas que deplorable: huérfano a temprana edad, sin hermanos ni parientes y enfermizo.
Sumado a ella cuanta con una ambivalencia que oscila entre sus arrebatos de cambio y acción y su espíritu pusilánime que lo conducen por un camino de soledad y monotonía.
Su vida transcurre en medio de anhelos y deseos que nunca logra realizar. Despide a su vieja criada y se encierra renunciando a ir incluso a la taberna de siempre, donde soñaba con ser otro. Su mayor distracción es husmear por los anticuarios y puestos de libros a orillas del Sena.
De repente encuentra en su camino a quien fuera en otro tiempo, compañero de bebida en la taberna, cuando este ya esta logrando infundir nuevas energías e ilusiones, Folatin lo deja plantado y se aleja sumido en un profundo disgusto.
Pasan los años entre vida vegetativa y colección de estampas y cuadros; entre achaques de solteros hipocondriacos y fantasías con tiernos amores.
Termina pensando en que es bueno en volver a la taberna como en los viejos tiempos; allí es acompañado sorpresiva y espontáneamente por una astuta y alegre muchacha, la cual logra ser invitada a comer, y mas tarde, superado unos a otros los obstáculos de la timidez, le hace propuestas y se la lleva, ilusionado por una tenue luz de pasión que asoma por las telarañas que cubren su oxidado corazón.
Pero puede más su obstinación por el ostracismo y, al igual que en muchas otras ocasiones, deja escapar esta oportunidad, argumentándose así mismo que lo mejor es volver a la taberna de antes, de siempre, sin buscar falsas novedades que lo único que logran es trastornar e intranquilizar a su alma plana.
Ya no más ilusiones o esperanzas, seguiría siendo la hoja que el viento conduce a su antojo, al fin y al cabo era lo que siempre había hecho.
Este personaje es equiparable al anterior, Des Esseintes, más aún constituye uno de los estados de aquél. Una vez mas el autor manifiesta su pesimismo, transcendental, realizando un minucioso trazo descriptivo de un ambiente más que de un personaje; dicho de otro modo, utiliza el uno para el otro.
La predica de que los miserables deben renunciara sus sueños para no exponerse a humillaciones esta reiterada confirmada y plenamente con la suerte de su protagonista. En su estilo sobresalen, la caricatura, la parodia, la omnisciencia (se sabe todo lo que Folantín de si mismo y de lo que lo rodea).
Pero la calificación otorgada a su especie de trilogía, no le alcanza para pasar el examen de las novelas puras y nuevas.
Sufre Huysmans, como ya se dijo, de un apego por las instancias psicológicas, analizadas casi a un mismo personaje (cambia su nombre en cada obra) sin consideras las posibles escuelas que lo influyan en cada época, llámense éstas un día naturalismo, otro día simbolismo.
Allí describe, en un estilo caricaturesco, característico de Huysmans, los pormenores de la vida de un independiente comercial llamado Juan Folantín.
Su situación es mas que deplorable: huérfano a temprana edad, sin hermanos ni parientes y enfermizo.
Sumado a ella cuanta con una ambivalencia que oscila entre sus arrebatos de cambio y acción y su espíritu pusilánime que lo conducen por un camino de soledad y monotonía.
Su vida transcurre en medio de anhelos y deseos que nunca logra realizar. Despide a su vieja criada y se encierra renunciando a ir incluso a la taberna de siempre, donde soñaba con ser otro. Su mayor distracción es husmear por los anticuarios y puestos de libros a orillas del Sena.
De repente encuentra en su camino a quien fuera en otro tiempo, compañero de bebida en la taberna, cuando este ya esta logrando infundir nuevas energías e ilusiones, Folatin lo deja plantado y se aleja sumido en un profundo disgusto.
Pasan los años entre vida vegetativa y colección de estampas y cuadros; entre achaques de solteros hipocondriacos y fantasías con tiernos amores.
Termina pensando en que es bueno en volver a la taberna como en los viejos tiempos; allí es acompañado sorpresiva y espontáneamente por una astuta y alegre muchacha, la cual logra ser invitada a comer, y mas tarde, superado unos a otros los obstáculos de la timidez, le hace propuestas y se la lleva, ilusionado por una tenue luz de pasión que asoma por las telarañas que cubren su oxidado corazón.
Pero puede más su obstinación por el ostracismo y, al igual que en muchas otras ocasiones, deja escapar esta oportunidad, argumentándose así mismo que lo mejor es volver a la taberna de antes, de siempre, sin buscar falsas novedades que lo único que logran es trastornar e intranquilizar a su alma plana.
Ya no más ilusiones o esperanzas, seguiría siendo la hoja que el viento conduce a su antojo, al fin y al cabo era lo que siempre había hecho.
Este personaje es equiparable al anterior, Des Esseintes, más aún constituye uno de los estados de aquél. Una vez mas el autor manifiesta su pesimismo, transcendental, realizando un minucioso trazo descriptivo de un ambiente más que de un personaje; dicho de otro modo, utiliza el uno para el otro.
La predica de que los miserables deben renunciara sus sueños para no exponerse a humillaciones esta reiterada confirmada y plenamente con la suerte de su protagonista. En su estilo sobresalen, la caricatura, la parodia, la omnisciencia (se sabe todo lo que Folantín de si mismo y de lo que lo rodea).
Pero la calificación otorgada a su especie de trilogía, no le alcanza para pasar el examen de las novelas puras y nuevas.
Sufre Huysmans, como ya se dijo, de un apego por las instancias psicológicas, analizadas casi a un mismo personaje (cambia su nombre en cada obra) sin consideras las posibles escuelas que lo influyan en cada época, llámense éstas un día naturalismo, otro día simbolismo.