La tensión política entre Francia y Prusia había llegado a su punto crítico; era el enfrentamiento de un imperio tambaleante y caduco (Francia) y un joven imperio emergente (Alemania).Fue una guerra que duro seis meses y una de las más espectaculares de la historia moderna. Choques de inmensos ejércitos con millones de combatientes (veintitrés batallas y unas cincuenta acciones de importancia).
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Prusia tomo la ofensiva invadiendo Francia; sus ejércitos, con alrededor de 450 mil hombres excelentemente equipados, estaban comandados por el astuto VON MOLTKE. Los franceses contaban con unos 330 mil soldados medianamente armados, dirigidos por los generales Mc. MAHON y BAZAINE.
Tres formidables plazas (Freschwilier, Rezionville y Saint Privat) fueron tomadas por los Prusianos, cientos de miles de hombres hechos prisioneros; también cayeron Alsacia y Lorena.
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Napoleón III, desesperado por estas derrotas, cuando se dirigía a Lorena a auxiliar al ejercito sitiado de Metz, presento batalla en sedan: fue derrotado y tomado prisionero junto a su ejército y obligado a firmar la capitulación (2 de setiembre de 1870).
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Cuando el pueblo de Paris se entero del desastre y la capitulación, invadió la cámara de diputados, dirigida por León Gambeta e hizo proclamar, una vez mas, la republica (setiembre de 1870).El gobierno republicano entro en conversaciones con Bismark para lograr la paz, pero como las condiciones prusianas eran demasiadas onerosas, no acepto y declaro la patria en peligro. Los alemanes sitiaron París, haciéndoles capitular el 20 de enero de 1871.
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Se firmo el TRATADO DE FRANCFORT (1871) por el cual Francia cedió a Alemania toda la región de Alsacia y parte de Lorena y se comprometió a pagar una indemnización de cinco mil millones de francos.
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La guerra Franco – Prusiana ayudo a la Unificación Alemana. Los estados alemanes del sur se habían unido a los del norte para luchar contra Francia, accediendo a formar una sola nación. Así surgió el nuevo imperio alemán (Reich) que fue proclamado oficialmente, en una ceremonia especial, en la galería de los espejos del palacio de Versalles, el 18 de junio de 1871.
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Allí se declaro a Guillermo I su primer emperador (Káiser) y a Otto Von Bismark su primer canciller.